Ya os conté que estos días del pasado puente estuvimos por tierras navarras. Allí pudimos hacer una visita a una auténtica quesería 100% artesana y después de ver como se prepara, nos llevamos un estupendo queso Idiazabal.
El domingo, nada más llegar, lo probamos en una pizza con productos que no pueden ser más ibérico.
Ingredientes:
Para la masa:
- 200 gr. de harina de fuerza
- 100 gr. de agua
- 25 ml. de aceite oliva
- 1/2 sobre de levadura de panadería
- una pizca de sal
- 50 gr. de jamón serrano
- 50 gr. de queso Idiazabal
- 3 cucharadas de tomate frito
- 50 gr. de sobrasada
- 2 cucharadas de miel
- queso rallado
- orégano
Preparación de la masa Thermomix:
Echamos en el vaso el agua y el aceite. Calentamos 30 segundos, 37º, velocidad 1.
Añadimos la harina y la levadura junto con una pizca de sal y amasamos durante 1 minuto, vaso cerrado, velocidad espiga.
Retiramos la masa del vaso, metemos dentro de una bolsa de asar y dejamos reposar 30 minutos hasta que doble su volumen.
Preparación de la masa tradicional:
Calentamos ligeramente el agua en el microondas hasta que temple. En un bol mezclamos la harina con la levadura y una pizca de sal. Hacemos como un volcán y añadimos en el centro el agua templada y el aceite de oliva. Vamos mezclando hasta que ya se vaya despegando de las paredes y lo pasamos a la encimera enharinada y amasamos. Lo podemos hacer a mano o si tenéis con robot con accesorio amasador hasta que adquiera una textura elástica.
Metemos dentro de una bolsa de asar y dejamos reposar 30 minutos hasta que doble su volumen.
Una vez transcurrido el tiempo estiramos la masa muy fina y le damos forma en el molde apto para el horno.
En primer lugar pondremos sobre la masa de pizza el tomate frito bien repartido ayudándonos de una cuchara. Después vamos añadiendo el queso Idiazabal cortado en triángulos repartido. Cortamos unos trozos de jamón y los vamos repartiendo y hacemos lo mismo con la sobrasada en trozos pequeños.
Para matizar la acidez del tomate y de la sobrasada, aderezamos con un poco de miel también bien repartida.
Finalmente añadimos queso rallado al gusto y espolvoreamos una pizca de orégano.
Horneamos a 200º durante unos 15 minutos con el horno precalentado.
Y a cenar!
Qué pintaza tiene esta pizza, Vivi, yo sólo le quitaria un poco de queso, que a mi no me va mucho. Pero el resto, una pizza deliciosa. Besos.
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