Los que nos seguís ya sabréis los arroceros que somos en casa. Y es que no nos podemos resistir a un buen arrocito en paella, melosito, o mis preferidos, los risottos. En el blog tenéis un amplio surtido para escoger!! jejej
Pero hacia tiempo que tenia pendiente enseñaros el que seguramente es el más sencillo de todos, pero también uno de los más sabrosos risottos y que es ideal tanto para comer como primer plato o entrante o como acompañamiento.
Ingredientes:
(para 2 personas)
- 200 gr. de arroz
- 600 ml. de caldo de pollo
- 1/2 vaso de vino blanco
- 1/2 cebolla
- 1 una nuez de mantequilla
- 75 gr. de queso grana padano o parmesano rallado + lascas de parmesano para decorar
- azafrán en pistilos
- sal
Preparación:
Picamos la cebolla y la ponemos a sofreír en un cazo con una nuez de mantequilla. Sofreímos hasta que quede transparente. Cuando empiece a estar doradita añadimos el arroz. Removemos bien para que se mezcle con el sofrito de cebolla y tostamos un par de minutos.
Mientras tanto en otro cazo calentamos el caldo al cual le añadiremos el azafrán.
Añadimos el vino blanco y dejamos cocinar a fuego fuerte hasta que se evapore.
Añadimos una pizca de sal al gusto. Bajamos un poco el fuego. Añadir el caldo caliente poco a poco removiendo. Vamos añadiendo el caldo a tandas, cuando veamos que se va consumiendo añadimos un poco más.
Seguimos añadiendo caldo a tandas hasta que el arroz esté cocido del todo, unos 14 minutitos aproximadamente.
Junto con la última tanda de caldo que incorporemos al arroz, añadir también el queso parmesano rallado, remover y dejar cocinar 2 minutos más.
Cuando se haya consumido totalmente el caldo, antes de servir dejamos reposar otros cinco minutitos.
No os defraudará!!
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